jueves, 10 de marzo de 2016

NUESTROS HUAYCOS DE SIEMPRE

¡Bien venidos por la defensa de las montañas y del medio ambiente!

NUESTROS HUAYCOS DE SIEMPRE

"Desde el principio de los tiempos hasta la eternidad"


 





Escribe: Florencio Bernabé Gonzales (*)

            1.       INTRODUCCIÓN

La propia topografía y la ubicación del territorio peruano es único en el mundo, sus diferentes pisos ecológicos, climas y otras características ambientales nos hacen especiales; esas mismas características, a su vez nos transforma en vulnerables, por temporadas generan riesgos y desastres con consecuencias desastrosos para nuestra economía y la misma vida del peruano. 

Por ello, establecer, estudiar y aplicar el conocimiento de nuestro medio físico en relación a la prevención de desastres y urge el ordenamiento territorial del país, establecer una cultura previsora nos haría menos vulnerables ante heladas, huaycos, sequias, avalanchas, deslizamientos, caídas de roca, entre otros fenómenos naturales que se repiten año tras año desde el principio del tiempo, últimamente acentuado por los efectos del cambio climático y el efecto invernadero..

           2.       EL HUYCO DE SIEMPRE

Pueblos aislados, carreteras destruidas, ríos desbordados, fallas geológicas acentuadas entre otras consecuencias del fenómeno del niño se repiten cíclicamente en el territorio patrio, según estudiosos desde tiempos inmemoriales, hasta nos hace sentir impotentes. 

En algunas regiones requiere estudios serios para identificar, georeferenciar y determinar el grado de peligrosidad de las ocurrencias recientes y antiguas, de procesos de movimientos en masa de los tipos: derrumbes, caídas de rocas y avalanchas de hielo, deslizamientos, flujos de detritos (huaycos, flujos de lodo o “aluviones”), reptaciones y movimientos complejos (avalanchas de rocas, avalanchas de detritos, flujos de tierra, etc.), así como también de zonas afectadas por procesos de erosión e inundación fluvial, erosión de laderas,  procesos de arenamiento y erosión marina.
Para el caso de Ancash, según el informe Geológico Ambiental 2007, realizado por IGEMMET  “(…)  entre los años 1980 y 1994 en el área, a nivel de cuencas (Santa, Casma-Sechín, Pativilca), muestra el análisis de los peligros geológicos, evaluación geodinámica de poblados y redes viales, donde la Base de Datos de Peligros del Perú (EXGEOEXDAT; INGEMMET, 1996), registraba la ocurrencia de 321 procesos entre deslizamientos, aluviones, derrumbes, huaycos, inundaciones, donde además se tomó en cuenta la información bibliográfica sobre estadísticas de emergencias registradas por INDECI, reportes periodísticos de diferentes años, solo en forma preliminar de poca trascendencia.

Entretanto, las autoridades competentes imposibilitadas de responder oportunamente porque todavía no entendemos, no practicamos la “cultura previsora”, solo por estas fechas aparecen los alcaldes y otras autoridades intentado paliar, socorrer, sin recursos ni logística.
El sistema o capacidad de prevención y respuesta son elementos claves para evitar o mitigar los desastres. Ambos dependen del razonamiento y la acción humana: dependen de la misma población amenazada, más que de las autoridades, pero estas últimas son las responsables  de implementarlas o ejecutarlas dentro de un estado de derecho. Si ambos sistemas o capacidades humanas fallan, el desastre se produce.

Los huaycos e inundaciones que ocurren en el país, tienen su raíz en la ausencia de sistemas de prevención y respuesta de la población. Preguntamos: ¿Sabía y era consciente la población rural y urbana andina de los riesgos de huaycos? ¿Sabía la población de amazónica de las inundaciones que podría producir los ríos de nuestra amazonia tras las incesantes lluvias? ¿Estaba preparada dicha población para reaccionar frente al huayco o la inundación? ¿Pudieron prever y alertar las autoridades nacionales y regionales a las autoridades locales y, a falta de éstas, a la propia población amenazada? ¿Cuán eficiente ha sido la capacidad de respuesta de las autoridades regionales y nacionales una vez ocurrido los huaycos o inundaciones: movilizaron eficiente e inmediatamente equipos de salvataje, médicos de emergencia, agua y alimentos, sistemas de comunicación? ¿Nuestros sistemas de monitoreo satelital son apropiados?

Lamentablemente, las muertes, los desaparecidos, los heridos, las cuantiosas pérdidas materiales y el aislamiento de algunos pueblos siguen mostrando la debilidad de nuestros sistemas o capacidades de prevención y respuesta frente a las amenazas naturales.

            3.       PERDIDAS MILLONARIAS POR DESASTRES

Las consecuencias que generan estos fenómenos naturales suman millones de dólares en pérdidas para los peruanos: desabastecimiento de los mercados por los productos que no llegan a su destino, el colapso de los servicios básicos, viviendas destruidas, viajeros varados en las rutas, heridos y muerte de ciudadanos.
Según informe de la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas, Perú pierde 73 millones de dólares cada año a causa de los desastres naturales. Por ello, es necesario que las empresas identifiquen, analicen la posibilidad de ocurrencia y cuantifiquen los potenciales trastornos en sus cadenas de suministro, según el director académico de la Maestría de Supply Chain Management de la Universidad del Pacífico, Mario Chong.
Explicó que el fenómeno natural muchas veces no puede evitarse, pero las consecuencias del mismo se pueden reducir.
“El riesgo es una contingencia probable, por ello las empresas deben establecer un balance entre la gestión del riesgo y el costo. Una distorsión en la cadena de suministro puede tener un impacto negativo de alta intensidad en las metas y en los objetivos empresariales”, dijo.

Indicó que las interrupciones en la cadena de suministro son económicamente incalculables y tienen un impacto sustancial en las principales industrias de Perú: minería, petróleo, gas natural, pesca, construcción, manufactura, comercios, agroindustria, alimentos y en todos sus consumidores finales.

Y los riesgos van desde baja calidad de la materia prima, flujo inadecuado de materiales e información, hasta guerras, inestabilidad política y financiera, y presión de los consumidores.

Según el informe mundial de las Naciones Unidas sobre reducción de desastres naturales, estos fenómenos van en aumento y las condiciones que los configuran se van exacerbando, como son el aumento de la pobreza, el cambio climático y la rápida urbanización.

En Perú existe el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres (Sinagerd) y está integrado por las diferentes instituciones públicas que tienen que ver con la reducción del riesgo, planificación y preparación ante desastres para una respuesta más eficaz. También lo conforman las entidades privadas y la sociedad civil.
Sin embargo, según el especialista en temas de Dirección Estratégica y Estructura Organizacional de la UPC, José Díaz, es necesario articular los planes y las políticas públicas a la estructura productiva, energética, vial, educación y seguridad para asignar los recursos que reduzcan el impacto del cambio climático sobre la población, la producción, productividad y competitividad

“Normalmente se invierte en infraestructura económica y social, pero no se integra la reducción de riesgos y por eso hay pérdidas económicas muy grandes”, aseveró Arias.


           4.       COMO PREVENIR LOS DESASTRES

La falta de respuesta oportuna al problema,  falta de sistemas de prevención y respuesta frente a amenazas de la naturaleza, se encuentra en la responsabilidad de las propias autoridades y la sociedad civil en general. Para prevenir consideramos  los siguientes:


i)      En primer lugar, las autoridades competentes del sistema nacional de gestión de riesgo del desastre, bajo la dirección actual del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), tienen la responsabilidad de trabajar urgentemente con la población amenazada o ya afectada por los huaycos e inundaciones. Este trabajo supone ir más allá de las leyes o los procedimientos: se trata de priorizar derechos constitucionales, como el derecho a la vida, lo que obliga a no esperar leyes o reglamentos para el tratamiento del desastre. El único requisito, en tal caso, lo constituye la exigencia de honestidad en el actuar de la autoridad, y no sea “a rio revuelto ganancia de pescadores”.
ii)     En segundo lugar, las autoridades competentes del Estado deben contar con el respaldo presupuestal necesario para construir el sistema o capacidad de prevención y respuesta en la población local. Esto significa tener la disposición de convocar un equipo de técnicos y profesionales comprometidos con el derecho a la vida y al patrimonio de la población amenazada o afectada, pero también suficientemente remunerados y con recursos para actuar de manera urgente.
    iii)    En tercer lugar, las mismas autoridades competentes del Estado, incluyendo su equipo técnico, deben estar sujetos al sistema de control establecido por normas o reglamentos previamente regulados por las mismas autoridades del Estado, pero también, y sobre todo en momentos de emergencia, deben estar sometidos a las normas, reglamentos y prácticas establecidos por la propia población local. Es ésta la que sufre los efectos de los desastres,  cuya causa principal corresponde a actos humanos como hemos señalado, y por tanto es a ésta a la que principalmente se le debe escuchar. Para ello es importante entender que el trabajo de instituciones como INDECI, gobiernos regionales y locales es o debe ser flexible y no absoluta frente a los desastres, para tener una capacidad de reemplazo inmediato en casos de ineficiencia o corrupción.


           5.       CONCLUSION Y SUGERENCIAS

Permanente evaluación de centros poblados y obras de infraestructura vulnerables a los peligros geológicos así como la identificación de zonas críticas o con alto grado de riesgo. Esto permitirá elaborar además mapas de susceptibilidad, mapas de amenaza y zonificación de áreas críticas en términos de vulnerabilidad y riesgo geológico, los cuales deben ser presentados oportunamente y difundidos. Para mitigar estos desastres sugerimos:

       ·    Establecer una curricula adecuada sobre gestión de riesgo de desastres en el sistema educativo peruano, desde inicial hasta superior.
        ·         En las universidades peruanas se crean facultades de ingeniería para la previsión de desastres naturales.
         ·         Las universidades establezcan grados y títulos con mención en gestión de riesgos y desastres.
         ·         Acelerar el ordenamiento territorial  y zonificación económica ecológica.   
      ·    Permanente procesamiento de información geológica, geodinámica y peligros existentes por regiones.
         ·         Modernizar la captación de imágenes satelitales, interconectadas con el sistema internacional.
       ·      Afianzar campañas permanentes a través del sistema educativo peruano, autoridades locales, regionales sobre prevención y atención de desastres.

Fuente:


 Fotos de internet


(*) Presidente de APPU-HUAYHUASH y ASREPL

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