domingo, 1 de abril de 2012

EFECTOS DEL TURISMO EN LAS MONTAÑAS - PERÚ

¡Bien venidos por la defensa de las montañas y del medio ambiente!






EFECTOS DEL TURISMO EN LAS MONTAÑAS - PERÚ
Impactan sobre su ecosistema y recursos biológicos


Florencio Bernabé Gonzales (*)

Waychikin - Pacllón, 01/04/12

1.- Panorama del Turismo nacional - Falta Cultura de prevención

Durante 2011 en Perú según MINCETUR, el turismo representó más de 350 millones de soles en pérdidas, este año podría sobrepasar los 400 millones, los departamentos con mayor incidencia de perdidas repercuten en Puno con 150, Arequipa 90, Cusco 80, Cajamarca 60, Ancash 40 millones de pérdidas respectivamente; paralelo, en el país se registran más de 160 conflictos sociales según la Defensoría del Pueblo, cuyos desenlaces como siempre finalizan en paros, tomas de carreteras, entre otras medidas  de protesta.  Corolario de país cuya economía se basa en mayor proporción por actividades extractivas, reglas de juegos desfasados (leyes y normas), y el no cumplimiento de normas ambientales,  estas a su vez con todas las connotaciones sociales y medioambientales,  permiten acrecentar un país en constantes conflictos sociales, cuyo resultado en turismo resulta altamente negativo.

2.- Interesante oferta turística peruana

A nivel de Latinoamérica, turísticamente Perú encabeza con Machu Picchu como lugares turísticos, le siguen San Andrés (Colombia), Lago Titi Caca (Perú – Bolivia), Cataratas de Iguazú ( Argentina - Brasil ), Salto del Angel ( Venezuela ), Chichen Itza ( Mexico ), Isla de Pascua ( Chile ), Baradero ( Republica Dominicana ).  A su vez, lo que indica que las mayores empresas y operadores turísticos, no necesariamente son peruanos,  son internacionales.


Nuestro país oferta turísticamente, la historia y la arquitectura de nuestras ciudades coloniales, los restos arqueológicos pre-incas e incaicos, Cusco en mayor proporción encabezando con la últimamente reconocida  “Maravilla del Mundo” Machu Picchu, le siguen el disfrute de los paisajes y recursos naturales, tanto en la selva como en los andes y las playas de nuestro litoral, a la que se suman nuestra variada gastronomía, cultura viva y folklore en todas las regiones.

 

Muestra de ello, son de importancia las playas de Lima y del norte (Zorritos, Punta Sal o Máncora), la arqueología de Chiclayo (con el Señor de Sipán a la cabeza), lo colonial y modernidad de Lima, los bellos paisajes de Arequipa (con el volcán Misti y el cañón del Colca), la majestuosidad de Iquitos (ciudad bañada por las aguas del Río Amazonas), y los bellos paisajes con sus nieves perpetuas de la Cordillera Blanca y Cordillera Huayhuash (Ancash).


3.- Orientando Turismo en las montañas

Las montañas –hogar de los dioses, fuente de vivificantes aguas, gigantescos monumentos  de roca y hielo – que  por siglos fueron fronteras impenetrables,  están  volviéndose cada vez más  vulnerables  por los efectos del cambio climático, contaminación ambiental, además a la resistencia deportiva del hombre, al asalto de viajeros buscando huir del bullicio de las ciudades, y a las demandas de recursos naturales  de sus entrañas por actividades extractivas – mineras - que  rebasan  sus capacidades.  Es irónico que el turismo – aquello que puede traer encomiables oportunidades económicas a  regiones montañosas antes aisladas y sin desarrollar, está volviendo a las montañas  en los muladares más altos del mundo, agencias y operadores de las cumbres que falsean y explotan las culturas de sus pueblos con poca ganancia para sus pobladores. El desarrollo de infraestructura (caminos, hoteles, comunicaciones, etc.) están abriendo en otras regiones a un turismo masivo, sin una apropiada planificación o administración  turística.

Se afirma que el turismo debería ser vital para la conservación y el desarrollo de las regiones de montaña, debería desempeñar un papel significativo en las economías regionales y locales, hoy representa sólo pequeños e insignificantes aportes a las economías de las zonas, el mayor tamaño de la torta se queda en las agencias y operadores nacionales o internacionales.

Sin embargo,  la alta sensibilidad de la biodiversidad y del medio ambiente de las zonas de montaña, impactan sobre sus ecosistemas y recursos biológicos, una gran preocupación tanto  local como global. Los inmensos cambios de altitudes y las condiciones climáticas asociadas a ellos dan como resultado  grandes variaciones de temperatura y precipitaciones, produciendo en sus microclimas  una rica diversidad de ecosistemas en los suelos y en la vegetación.

La pérdida de la biodiversidad tiene repercusiones ambientales, éticas,  de salud, y económicas: por ejemplo,  las plantas con propiedades medicinales que son importantes para el bienestar de los pueblos de montaña, tienen un valor económico potencial que podría impulsar las economías de sus pueblos.  El deterioro de los ecosistemas no solo amenaza la supervivencia de las especies y las economías de  sus pueblos,  sino también afecta el ordenamiento de las vertientes de los ríos, la calidad y el suministro  del agua, de la agricultura, del clima, y de los patrones de migración  de la vida silvestre.

Las identidades y la diversidad cultural de estas regiones, a su vez se encuentran amenazadas por las fuerzas económicas, sociales y ambientales asociadas con el turismo informal de montaña. Las culturas largo tiempo apartadas  por  los terrenos escarpados y  el aislamiento son de pronto “objetivos”  de los turistas con cámara en mano. Los conocimientos y las destrezas refinadas a lo largo de generaciones por estos pueblos, pierden valor ante los deportes de montaña con su alta tecnología y  la demanda de  estándares hoteleros de cinco estrellas como en otros lugares. La  pérdida de identidad cultural conduce  a  un aumento de problemas sociales como el  crimen, las drogas, y la degradación de los valores  y las prácticas religiosas de la comunidad, que venían manteniendo junta a la sociedad.

Sumado a la crisis económico – social  y falta de políticas adecuadas, estos pueblos de montaña tienden a sufrir  una marginación social y económica, cansados de las dificultades de la vida en la montaña y en busca de mejores oportunidades económicas y educativas, los jóvenes se mudan a la  ciudad,  incrementando la superpoblación y la pobreza en las áreas urbanas – cinturones de miseria de las ciudades.

 4.- Problemas de conservación de la biodiversidad con el Turismo de Montaña

Sus abundantes, variadas y espectaculares vistas paisajísticos, el medio ambiente de las montañas es extremadamente frágil y altamente susceptible a las perturbaciones de sus delicadamente  equilibrados ecosistemas. Esta vulnerabilidad es agravada por el hecho de que la gran altitud, el clima severo, las delgadas capas de tierra, una topografía escarpada y en muchos lugares la poca precipitación, dificultan el crecimiento y el rebrote de la vegetación: los árboles demoran  más de 50 - 60 años en  madurar en las grandes alturas.  

Estas regiones de montaña, además de ser depositarios de concentraciones de especies endémicas y reservorios vitales de diversidad genética, los llamados laboratorios naturales,   también cumplen la función de corredores claves para la migración de animales, y santuarios para plantas y animales cuyo hábitat natural ha sido modificado por la actividad de la naturaleza y del  hombre.

Es así que el turismo no controlado (incluido  el desarrollo de infraestructura y servicios, y las actividades humanas asociadas con el turismo) vienen  ejerciendo un fuerte impacto sobre el sensible medio ambiente de montaña, en otras épocas protegido de las perturbaciones  por la lejanía y el aislamiento. Estos impactos incluyen:

  • a)     Remoción de la vegetación: tanto a gran escala (i.e., para carreteras, proyectos agrícolas (i.e. Karwak - Pacllón),  etc.), como a pequeña escala (i.e., recolección de plantas, pisoteo y perturbaciones a la vegetación sensible por parte de  turistas no controlados).

  • b)    Perturbaciones a  la vida silvestre y reducción del área de hábitat de vida silvestre:  el turismo de montaña  es de rápido crecimiento; los turistas ( y la infraestructura turística) están avanzando en áreas de gran altitud, remotas y aisladas. Los  operadores turísticos  “venden” oportunidades para mirar la vida silvestre, interfieren con las necesidades precarias  y los ciclos de vida silvestre.

  • c)     La cacería furtiva y comercio de vida  silvestre,   y  pesca indiscriminada: son  a veces encubiertos por la creciente presencia de turistas en zonas de vida silvestre donde la gente de la localidad  trabaja como guía o cargador turístico, y saca de contrabando ejemplares prohibidos.

  • d)    El incremento de los incendios forestales y de pastos debido a las actividades turísticas: una colilla encendida es todo lo que se necesita.  Con el incremento de visitantes desacostumbrados a los grandes peligros del fuego, los incendios forestales son un impacto real y serio del turismo en las zonas de montaña.

  • e)     Degradación de los bosques por la tala de madera y leña para el turismo Los cargadores o guías de las caminatas arrancan de raíz arbustos de las grandes alturas para cocinar y preparar “pachamanca” y calentarse, causando un serio deterioro a las laderas cubiertas de ichu. Por ejemplo el número de turistas, cargadores y personal que visitan la región de la Cordillera Blanca y Cordillera Huayhuash, cada año se incrementa, y por tanto mayor presión sobre los recursos naturales.  

  • f)     Manejo impropio e inadecuado de la basura y de los desechos humanos: El turismo genera grandes volúmenes de basura y desechos que las comunidades de montaña no están preparadas para procesar. La  temperatura de las grandes altitudes inhibe la descomposición natural de los desechos humanos en los campamentos.  Los servicios higiénicos ubicados inadecuadamente  contaminan los ríos de la montaña, afectando aquellos que son  fuentes de agua, así como también el respeto a lugares, lagos y ríos sagrados. La basura se amontona  por igual en las afueras de pueblos y aldeas  que cruzan las caminatas y es repartida por  el viento.


Fue un paliativo y caso aislado en agosto del 2009  la “Faena de Limpieza de la Cordillera Huayhuash”, con la delegación Catalana – España, Mountain Wilderness de Catalunya  “Expedición Huayhuash 2009”, un grupo de voluntarios a las que se sumaron delegaciones extranjeras y peruanas, con la participación de APPU-HUAYHUASH, los españoles alquilando 40 burros para trasladar la basura recogida en todo el circuito de la Cordillera Huayhuash, de que la dimos cuenta oportunamente: 

5.-   Implicaciones de género en el Turismo de montaña

Los roles de género y las relaciones entre hombres y mujeres a menudo cambian cuando el turismo entra a la economía familiar de las montañas. Los trabajos de guía o  porteadores alejan a los hombres de sus hogares durante largos periodos; algunos,  enfrentan trabajos de   alto riesgo. La ausencia de hombres aumenta la ya pesada carga que tienen las mujeres con las tareas del hogar, la crianza de los hijos, la agricultura y el acopio de recursos. Estas responsabilidades adiciónales, combinadas con el estatus socioeconómico relativamente bajo que se les confiere a las mujeres, y su falta de “valor económico” al no ganar salarios, tampoco seguro,  impiden aún más  a las mujeres buscar educación, carreras profesionales y participación en la política,  y pueden tener un impacto adverso en su salud, longevidad, y de alguna manera, en el bienestar de sus hijos.

6.- Planificando  un turismo sostenible - Conservar la diversidad  y el patrimonio cultural

El impacto crucial del turismo en las montañas en forma  indiscriminada, con la seria repercusión de la perdida de la diversidad biológica y cultural, exigen urgente búsqueda de la necesidad para identificar la estrategia  a seguir para obtener un turismo de montaña sostenible. 

El factor más importante para la planificación de un turismo de montaña sostenible es la participación de las partes interesadas – en particular las comunidades, el Estado, universidades, asociaciones, ONGs, el sector privado, e idealmente, los turistas de montaña (o el mercado del turismo de montaña). La experiencia ha demostrado ahora que la fuerte participación de las partes interesadas a lo largo de  la planificación, implementación y administración del turismo de montaña, y  el reparto equitativo de beneficios producirán resultados más positivos en términos de  prácticas sostenibles y recursos biológicos y culturales bien conservados.

El patrimonio y la diversidad cultural de las comunidades de la zona deberían ser reconocidos como una base válida para la conservación, a la par que la diversidad  biológica, en relación a la mitigación del impacto del turismo de montaña tanto  en las políticas como en la práctica. El trabajo de las organizaciones, asociaciones y ONGs con las comunidades locales debería desempeñar un mayor papel en la facilitación de esta tarea.

Reformar las políticas nacionales y respetar el derecho a la consulta de los pueblos originarios, a fin  de representar mejor los intereses de las comunidades de montaña  establecer protocolos que reconozcan y fortalezcan  las formas locales de representación.

Desarrollar y reforzar sistemas de reconocimiento de los derechos de la propiedad intelectual de los conocimientos y atributos culturales autóctonos, en términos de  administración y desarrollo del turismo de montaña (por ejemplo,  protección del acceso o derechos de guía a ciertos lugares, publicación de materiales, despliegue de actividades o eventos culturales, etc.).

Generar materiales educativos y difusión para estudiantes, jóvenes, y turistas  a fin de reconocer el valor del patrimonio cultural de los centros de atracción de montaña y respeten las normas espirituales y culturales de las culturas locales.

Evaluar la vulnerabilidad de los lugares sagrados al impacto del turismo, y desarrollar planes apropiados para el desarrollo y la administración del turismo (o el cierre a los turistas si es necesario) a cargo de comunidades locales con apoyo del gobierno y las organizaciones de apoyo.  Considerar diferentes impactos y necesidades de los turistas internacionales y nacionales.

Los lugares de la montaña con significancia cultural  y espiritual deberían ser respetadas  como patrimonio cultural, incluidos por ejemplo,  como paisajes  culturales. Los sitios de peregrinaje muy frecuentados necesitan cuidados especiales y pueden necesitar ser controlados para prevenir el daño a los valores espirituales.  Mientras se da un reconocimiento más amplio a esos importantes sitios culturales, se respetan las necesidades locales para el acceso y se fortalecen los sistemas de administración tradicional, hay que involucrar a las comunidades locales en la planificación de la conservación de esos lugares.

 7.- Turismo en la Zona Reservada Cordillera Huayhuash como área protegida


Existen más de 150 empresas o agencias dedicadas al rubro de servicios turísticos: caminatas (trekking), escaladas en roca y hielo (rock and ice climbing), canotaje (rafting), descenso en cascadas (canyoning), bicicleta de montaña (mountain bike), salto del puente (puenting), etc. que brindan hacia las cordilleras Blanca y Huayhuash,  algunas subsidiarias de agencias extranjeras, con cadenas en las ciudades más importantes como Lima, Cusco, Arequipa, Iquitos, Puno, etc,. Otras sólo peruanas, con las mismas características con sucursales en algunas ciudades del interior del Perú.

Particularmente las que orientan o conducen turistas a la Cordillera Blanca y Cordillera Huayhuash, son pocas empresas instaladas en Huaraz, por cuanto las montañas de estas cordilleras, tienen características apropiadas para brindar servicios como las mencionadas arriba, preferentemente a delegaciones extranjeras muy escazas las peruanas.

En muchos lugares del mundo se desarrollan el turismo como una herramienta para la conservación y el desarrollo sostenible de la diversidad biológica y cultural de las montañas indicadas líneas arriba. Sin embargo en nuestro país, particularmente en la Cordillera 

Huayhuash existen discrepancias encontradas, problemas y dilemas que incluyen:

·  ¿Cómo conjugar turismo de montaña con actividades mineras (Santa Luisa- proyecto Pallca, Raura – proyecto Diablo Mudo), en la misma cordillera, cuyos impactos negativos  son la acelerada desglaciación, contaminación del agua y medioambiente?

·  ¿Cómo equilibrar las demandas del turismo con la protección de los recursos naturales y culturales de la Cordillera Huayhuash, en sus 4 áreas naturales protegidas como ACP: (Ancash-Bolognesi – “Pacllón” y “Llamac”, Lima-Cajatambo-“Huayllapa”, Huanuco-Lauricocha – “Jirishanca”)? 

·  ¿Puede el turismo sostenible en la Cordillera Huayhuash generar los ingresos que las comunidades de la zona necesitan, y que tienen una creciente dependencia de las agencias y operadores nacionales e internacionales, y ser apoyados por los gobiernos locales, provinciales, regionales y el mercado?

·  ¿Cómo levantar una industria del turismo que mejore los medios de vida de la población rural y los comprometa con la conservación? 

 Los motivos de estas  preocupaciones tienen bastante fundamento:

·  No existe un “Plan de Manejo Turístico” de la Cordillera Huayhuash, que determine diferentes aspectos y estudios sobre la carga turística en todo el circuito, tampoco a las agencias y operadores turísticos que se benefician directamente les interesa sobre el particular, a ellos les interesa solo dividendos (ganancias).

·  Existe poca información fácilmente asequible y no hay estudios de casos que aborden estos puntos de los cuales aprender - El manejo como ACP por las propias comunidades campesinas. La experiencia del ACP Chaparri – Lambayeque, como gestión y administración loable, distante por la realidad.

·  Las rutas precariamente establecidas, son alteradas por los guías y porteadores en todo el circuito de la cordillera, estos porteadores hay temporadas que conducen 20 a 30 turistas a la vez, lo que representa llevar la carga de turistas con 60 a 80 acémilas al mismo tiempo, con grave deterioro del medio ambiente. Cuantos más turistas ingresan a Huayhuash, directamente proporcional en ganancia para las agencias, operadores, guías, porteadores y administradores de las comunidades.

·  Recordar, para los Planes Maestros de las ACPs reconocidas, el turismo sólo representa un pequeño componente dentro de los demás componentes que justifican su reconocimiento como área natural protegida, el turismo no es lo más importante.

·  En el lugar de Jahuacocha, “el lugar estrella” de esta cordillera, a orillas de la laguna del mismo nombre instalan sus carpas los turistas, cual balnearios playeros – docenas de carpas multicolores: italianos, franceses, holandeses, alemanes, canadienses, norteamericanos, belgas, etc, coinciden en este lugar,  ahuyentando de su hábitat a los patos silvestres, gallaretas y otras aves de los totorales de sus orillas.

·  La falta de capacitación de los guías, porteadores y personal de apoyo sobre la conservación y protección del medio ambiente de estas zonas declaradas áreas naturales protegidas.

·  Muchos guías o porteadores con la anuencia de las propias agencias y operadores desconocen acuerdos y pactos suscritos con las comunidades que administran sus zonas.

·  Disparidad y diversidad en los cobros  por derechos a los turistas por los administradores en cada paso, luego estos ingresos económicos no son invertidos en beneficio de estas zonas protegidas.

·  El desconocimiento y la escasa cultura del manejo de la basura sólida en todo el circuito.
Se requiere que organizaciones y programas internacionales y nacionales estén comprometidos en asesorar con estos desafíos. Algunas como APPU-HUAYHUASH ya vienen sumándose en esta cruzada para afianzar que las propias comunidades, pueden impulsar la planificación de la conservación de la biodiversidad de la zona, integrando la biodiversidad al sector turismo apropiadamente.

Como se planteó oportunamente, lograr una adecuada zonificación ecológica - económica (ZEE) y gestión ambiental de la Cordillera Huayhuash, permitirá mejorar la calidad de vida, previniendo o mitigando los problemas ambientales, buscando técnicas fundamentalmente del manejo de los asuntos humanos para que sea posible un sistema de vida en armonía con la naturaleza. El "cómo hay que hacer" para conseguir un equilibrio adecuado para el desarrollo económico, crecimiento de la población, uso racional y tecnificado de los recursos, protección y conservación del agua principalmente, su ecosistema y biodiversidad. No sólo como concepto integrador superior de manejo ambiental, sino también como directrices, lineamientos y políticas formuladas desde los entes rectores, Ver:


8.- Referencias.

salvemoshuayhuash@gmail.com

(*) Presidente de APPU-HUAYHUASH