¡Bien venidos por la defensa de las montañas y del medio ambiente!
NUESTROS HUAYCOS DE SIEMPRE
"Desde el principio de los tiempos hasta la eternidad"
Escribe: Florencio Bernabé Gonzales (*)
1. INTRODUCCIÓN

Por ello, establecer,
estudiar y aplicar el conocimiento de nuestro medio físico en relación a la prevención
de desastres y urge el ordenamiento territorial del país, establecer una
cultura previsora nos haría menos vulnerables ante heladas, huaycos, sequias, avalanchas,
deslizamientos, caídas de roca, entre otros fenómenos naturales que se repiten
año tras año desde el principio del tiempo, últimamente acentuado por los
efectos del cambio climático y el efecto invernadero..
2.
EL
HUYCO DE SIEMPRE

En algunas
regiones requiere estudios serios para identificar, georeferenciar y determinar
el grado de peligrosidad de las ocurrencias recientes y antiguas, de procesos
de movimientos en masa de los tipos: derrumbes, caídas de rocas y avalanchas de
hielo, deslizamientos, flujos de detritos (huaycos, flujos de lodo o
“aluviones”), reptaciones y movimientos complejos (avalanchas de rocas,
avalanchas de detritos, flujos de tierra, etc.), así como también de zonas
afectadas por procesos de erosión e inundación fluvial, erosión de laderas, procesos de arenamiento y erosión marina.


El sistema o capacidad de
prevención y respuesta son elementos claves para evitar o mitigar los
desastres. Ambos dependen del razonamiento y la acción humana: dependen de la
misma población amenazada, más que de las autoridades, pero estas últimas son las
responsables de implementarlas o ejecutarlas dentro de un estado de
derecho. Si ambos sistemas o capacidades humanas fallan, el desastre se
produce.
Lamentablemente, las muertes, los
desaparecidos, los heridos, las cuantiosas pérdidas materiales y el aislamiento
de algunos pueblos siguen mostrando la debilidad de nuestros sistemas o
capacidades de prevención y respuesta frente a las amenazas naturales.
3.
PERDIDAS
MILLONARIAS POR DESASTRES

Según informe de la Coordinadora
Residente del Sistema de las Naciones Unidas, Perú pierde 73 millones de dólares cada año a causa de los desastres
naturales. Por ello, es necesario que las empresas identifiquen,
analicen la posibilidad de ocurrencia y cuantifiquen los potenciales trastornos
en sus cadenas de suministro, según el director académico de la Maestría de
Supply Chain Management de la Universidad del Pacífico, Mario Chong.
Explicó que el fenómeno natural
muchas veces no puede evitarse, pero las consecuencias del mismo se pueden
reducir.
“El riesgo es una contingencia
probable, por ello las empresas deben establecer un balance entre la gestión
del riesgo y el costo. Una distorsión en la cadena de suministro puede tener un
impacto negativo de alta intensidad en las metas y en los objetivos
empresariales”, dijo.
Y los riesgos van desde baja
calidad de la materia prima, flujo inadecuado de materiales e información,
hasta guerras, inestabilidad política y financiera, y presión de los
consumidores.
Según el informe mundial de las
Naciones Unidas sobre reducción de desastres naturales, estos fenómenos van en
aumento y las condiciones que los configuran se van exacerbando, como son el
aumento de la pobreza, el cambio climático y la rápida urbanización.
En Perú existe el Sistema
Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres (Sinagerd) y está integrado por las
diferentes instituciones públicas que tienen que ver con la reducción del
riesgo, planificación y preparación ante desastres para una respuesta más
eficaz. También lo conforman las entidades privadas y la sociedad civil.

“Normalmente se invierte en
infraestructura económica y social, pero no se integra la reducción de riesgos
y por eso hay pérdidas económicas muy grandes”, aseveró Arias.
4.
COMO
PREVENIR LOS DESASTRES

i)
En primer lugar,
las autoridades competentes del sistema nacional de gestión de riesgo del
desastre, bajo la dirección actual del Instituto Nacional de Defensa Civil
(INDECI), tienen la responsabilidad de trabajar urgentemente con la población
amenazada o ya afectada por los huaycos e inundaciones. Este trabajo supone ir
más allá de las leyes o los procedimientos: se trata de priorizar derechos
constitucionales, como el derecho a la vida, lo que obliga a no esperar leyes o
reglamentos para el tratamiento del desastre. El único requisito, en tal caso,
lo constituye la exigencia de honestidad
en el actuar de la autoridad, y no sea “a
rio revuelto ganancia de pescadores”.
ii)
En segundo lugar,
las autoridades competentes del Estado deben contar con el respaldo
presupuestal necesario para construir el sistema o capacidad de prevención y
respuesta en la población local. Esto significa tener la disposición de
convocar un equipo de técnicos y profesionales comprometidos con el derecho a
la vida y al patrimonio de la población amenazada o afectada, pero también
suficientemente remunerados y con recursos para actuar de manera urgente.

5.
CONCLUSION
Y SUGERENCIAS

· Establecer una curricula adecuada sobre gestión de
riesgo de desastres en el sistema educativo peruano, desde inicial hasta
superior.
·
En las universidades peruanas se crean
facultades de ingeniería para la previsión de desastres naturales.
·
Las universidades establezcan grados y títulos con
mención en gestión de riesgos y desastres.
·
Acelerar el ordenamiento territorial y zonificación económica ecológica.
· Permanente procesamiento de información geológica,
geodinámica y peligros existentes por regiones.
·
Modernizar la captación de imágenes satelitales,
interconectadas con el sistema internacional.
· Afianzar campañas permanentes a través del
sistema educativo peruano, autoridades locales, regionales sobre prevención y atención
de desastres.
Fuente:
(*) Presidente de APPU-HUAYHUASH y ASREPL