martes, 15 de diciembre de 2015

DINERO CLAVE DE LA COP21 FINALIZADO EN PARIS

¡Bien venidos por la defensa de las montañas y del medio ambiente!

 COP21: SE FIRMÓ ACUERDO CLIMÁTICO EN PARÍS

5 MANERAS QUE EL ACUERDO DE PARÍS AFECTA A AMÉRICA LATINA


El dinero clave de esta cumbre


  Florencio Bernabé Gonzales (*)

¡Los líderes mundiales acaban de fijar en las negociaciones un objetivo histórico que podría salvar la tierra!
Enorme y radiante punto de inflexión en la historia de la humanidad.
Según el Acuerdo de París, el mundo debe buscar un aumento de temperatura de los 1,5 grados centígrados.

“Tampoco hay, por ahora, ninguna claridad sobre cómo se cumplirá el compromiso que los países desarrollados hicieron hace seis años, de proporcionar 100.000 millones de dólares por año para 2020 a los países en desarrollo”.

Los países del Norte deben tomar la iniciativa en la era posterior a 2020 “al cumplir y acelerar la implementación y aumentar la ambición de los compromisos existentes en materia de mitigación y financiación, desarrollo y transferencia de tecnología y generación de capacidades de apoyo a los… países en desarrollo”.


Gobiernos de 195 países hicieron historia al firmar este sábado 12 en París el primer acuerdo universal y vinculante para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos negativos del cambio climático en el mundo. 
Tras 14 días de intensas negociaciones en el seno de la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), diplomáticos y ministros, algunos emocionados hasta las lágrimas, aplaudieron el llamado Acuerdo de París, como el cierre de un largo proceso de cuatro años y con muchas paradas por todo el mundo.
Un proceso hilvanado por la diplomacia francesa logró evitar el destino del fallido acuerdo climático del 2009, el último intento en lograr un acuerdo climático global, y entregó un robusto tratado que incluye elementos que van desde el respeto a los derechos humanos y la integridad de los ecosistemas hasta las obligaciones financieras de los países.
Tras casi dos horas de espera en el Plenario y una queda discusión sobre la elección de un verbo en un artículo crucial del acuerdo (“deberá” en lugar de “debería”), Fabius pudo convocar a los delegados a sus lugares y sostener el mazo para refrendar las decisiones de la COP21.
Si los países firmantes lo ratifican, se convertirá en el primer acuerdo universal y vinculante que obligará a cada nación con acciones ante el cambio climático y sucederá al fracasado  Protocolo de Kyoto, un tratado obsoleto que nunca logró llenar las expectativas y que solo obligaba a los países industrializados a reducir emisiones.
El acuerdo que emerge de París logró encontrar un punto medio que fue aceptado por todos los grupos en las complejas negociaciones de la CMNUCC, desde el bloque de pequeños estados insulares hasta la alianza de naciones industrializadas.
“El texto no es perfecto, pero es un buen punto de partida para la acción climática”, declaró la ministra sudafricana de Agua y Asuntos Ambientales, Edna Molewa, tras la ovación que vino después de ser aprobado el texto.
“Este es el primer paso es un largo camino”, concluyó la ministra, la primera en hablar de quienes tomaron la palabra en el plenario final.
La mayoría de los delegados que tomaron la palabra durante esta noche final recordaron la necesidad de continuar la acción climática y lograr la implementación del acuerdo en los próximos años, especialmente en la cumbre climática 2016, que se celebrará en a ciudad marroquí de Marrakech.
A través de este acuerdo, el mundo acordó limitar el incremento de la temperatura global “bastante por debajo de los dos grados centígrados” y en busca de “1,5 grados”, un objetivo que puede salvar a muchos de los países más vulnerables del mundo, especialmente las islas del Pacífico, del Índico y del Caribe.

También establece un fondo de 100.000 millones de dólares anuales tras el 2020, formaliza un mecanismo establecido hace dos años para reembolsar daños causados por el cambio climático y define un objetivo a largo plazo, que fue determinado como el balance entre las emisiones y las capturas de gases de efecto invernadero entre 2050 y 2100.
 “A pesar de la diversidad y la divergencia, encontramos terreno común”, dijo en un comunicado Emmanuel M. de Guzmán, comisionado de Cambio Climático y jefe de delegación de Filipinas.
El negociador señaló que la cumbre “nos ha dado 1.5 grados para sobrevivir y ir más allá. Ahora nos toca a nosotros llevar esta visión a la realidad” a través de acciones nacionales y la cooperación internacional.
Una vez más, Filipinas fue una de las voces líderes durante las negociaciones, esta vez a través del Foro de Vulnerabilidad Climática, auto definido como un “grupo de liderazgo” de 33 países que tomó parte en las negociaciones pero presionó fuerte en temas como la meta del 1,5C.
“Ahora, como una familia de naciones –como hermanos y hermanas de un mundo– podemos movernos hacia adelante con ambición, esperanzados de ganar esta lucha contra el cambio climático. Podremos ser vulnerables, pero también somos capaces de trabajar juntos”, señaló de Guzmán.

COP21: 5 maneras que el acuerdo de París afecta a América Latina

París puede parecer un destino lejano para América Latina, el acuerdo firmado este sábado puede contener un lenguaje incompresible y, tal vez, el cambio climático no es una prioridad para la mayoría de personas que habitan la región.
Pero los expertos reunidos en la capital francesa son conscientes que el acuerdo de la  COP21 tendrá un impacto considerable en la vida de las personas que viven en América Latina y en la economía de los gobiernos en los años venideros.
Estas serían las cinco maneras que en América Latina se afecta con el acuerdo logrado en París en las últimas horas.

1. Clima extremo y descongelamiento

Aunque América Latina solo es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, muchas zonas del continente son vulnerables en un mundo que se calienta.
Significa mucho, por ejemplo, que el acuerdo de París señale que los países deben hacer su mejor esfuerzo evitar que el aumento de la temperatura global supere los 1,5 grados centígrados, aunque el límite haya sido establecido “muy por debajo” de los dos grados centígrados.
Antes de la cumbre de París, las discusiones fueron solo sobre el aumento de los dos grados centígrados.
Pero los científicos habían sido claros que con un límite menor habría menor riesgo de un clima más extremo que generara sequías, inundaciones y olas de calor.
Esto es importante para América Central.
De acuerdo con la ONG Germanwatch, entre los años de 1995 y 2014, tres países de la región estuvieron ubicados entre los 10 países a los que más fuerte había golpeado el clima extremo.
Millones de personas que viven en los países andinos también se encuentran vulnerables a los efectos del descongelamiento de los glaciares.
El Banco Mundial estimó que si las temperaturas aumentaban más de los dos grados centígrados, más del 90% de los glaciares se descongelarían.

2. Adaptarse a lo que viene

El acuerdo también incluye a la población que vive en las ciudades, localidades o en el campo para que adapten los recursos para lo que viene en el futuro.
El pacto de París señala que antes de 2025, los países deberán acordar una meta de al menos US$100.000 millones anuales que los países ricos proveerán a los más pobres en su lucha contra el cambio climático.
Muchos críticos afirman que no es suficiente. Pero algunos países de América Latina podrán recibir algo de este dinero de un Fondo del Clima.
Ellos probablemente no estarán en la lista de países prioritarios para recibir este dinero, que estará encaminado a ayudar a los más pobres ubicados en la región de África Subsahariana.
Una cláusula de daños y perjuicios asociados con los efectos del clima extremo fue añadida en el acuerdo y tal vez podría ayudar a los países más vulnerables. Sin embargo, no específica las responsabilidades o las bases para una compensación.

3. El futuro de la energía

Tal vez el cambio más significativo que afecte a América Latina en el futuro será el cambio a la economía sin el uso de fuentes de energía fósiles.
Los observadores dicen que el objetivo del acuerdo es alcanzar un pico mundial de las emisiones de gases de efecto tan pronto como sea posible y que eso implica una dirección clara para evitar el uso del petróleo, gas y carbón y el traslado de las economías a la dependencia de las energías renovables.
Greenpeace dijo que el acuerdo de París puso a las compañías petroleras “en el lado equivocado de la historia”.
Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo. Colombia, México, Perú, Bolivia dependen del consumo de gasolina y gas.
El acuerdo del COP21 podría tener enormes implicaciones para sus economías en el largo plazo.
Pero lo logrado en París podría ayudar al ímpetu de los inversionistas para que se interesen en las energías renovables.
América Latina es considerada una región bastante atractiva para la inversión en energía limpia.
Un reporte de la empresa Climatescope incluye a Brasil, Chile, México y Uruguay entre los 10 países más atractivos para invertir en proyectos de energía eólica, solar y otras fuentes renovables.
Uruguay en particular ha hecho enormes esfuerzos sobre este tema. Cerca del 95% de su electricidad viene de fuentes renovables.
Costa Rica alcanzó recientemente el récord de utilizar por 94 días consecutivos solo energía renovable para su sistema eléctrico.

4. La selva amazónica

Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia son los países que tienen un tercio de la selva amazónica y millones de personas viven allí.
Muchos países del continente dependen de reducir la deforestación con el ánimo de alcanzar sus objetivos en la reducción de emisión de gases.

El presidente de la COP21, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, fue explícito en afirmar que el acuerdo va a ayudar a los países latinoamericanos en sus intentos de reforestación y protección de la enorme selva amazónica.
El pacto de París también reconoce la importancia de proveer “adecuados y previsibles” fondos para ayudar a los gobiernos para reducir la deforestación.
Esto significa el incremento de dinero para los países que tienen parte de la Amazonía, en tanto puedan alcanzar los requerimientos para asegurar la reducción de la deforestación de una forma confiable.

5. Sociedad civil y los próximos años

Hay un acuerdo universal ahora, pero el verdadero reto es ver cómo los países, incluidos los de América Latina, van a llevar a cabo las reducciones a las que se han comprometido y entonces incrementar sus ambiciones.
Todos los países del continente, excepto Venezuela, Nicaragua y Panamá han hecho sus propuestas ante la ONU.
Una plataforma llamada “diálogo facilitador” se realizará en 2018, lo que ofrecerá a los estados la oportunidad de hacer una última revisión a los compromisos antes de que sean irreversibles a partir de 2020.
ONG han dicho que dependerá de la sociedad civil en América Latina hacer cumplir a los gobiernos las promesas hechas e incrementar sus compromisos con la reducción de emisiones.
Ellos han dicho que alcaldes, hombres de negocios, consumidores, ciudadanos e inversionistas tendrán que asegurar que la transición hacia un mundo libre de combustibles fósiles se convierta en una realidad.
 (*) APPU_HUAYHUASH

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